¿Por qué se restauran piezas?

Una de las funciones básicas que tienen asignada los Museos es la conservación de las piezas inventariadas para que puedan ser estudiadas, comunicadas y, al mismo tiempo, conservadas a fin de que lleguen a las generaciones futuras como testigos de una actividad de su pasado o como a parte de su cultura.

Os mostramos las fotografías de un fogón de gasolina de la marca Volcán, de la casa Padrós y Soler Ltda., de Badalona. Este fogón, fabricado a partir de 1945, fue restaurado durante el año 2017 por alumnos de ECORE, una escuela de conservación y restauración de obras de arte con la que el Museo de Badalona tiene un convenio de colaboración.

En este caso se trataba de hacer un tratamiento de limpieza y mantenimiento, ya que en el análisis del estado previo a la actuación, se diagnosticó que tenía una buena capa de polvo, suciedad superficial y manchas de óxido.

El proceso consistió, primero, limpiar las superficies con lana de acero y lana de algodón, con aplicación de apósitos sobre manchas concretas, y hacer una última limpieza para retirar cualquier resto de productos. Como tratamiento final, se puso una capa de protección a las piezas de hierro y una capa de barniz brillante a las de otros metales.

Todo ello no sólo sirve para recuperar el buen aspecto de la pieza, en este caso el hornillo, sino que también garantiza que, si se mantiene en las condiciones adecuadas de humedad y temperatura y se le hace periódicamente una mínima limpieza, pueda durar muchos y muchos años en perfecto estado.

 

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