La primera pandemia de la historia: la plaga antonina

¿Sabíais que la primera pandemia de la historia ocurrió en época romana?

La pandemia del coronavirus está poniendo a prueba buena parte de nuestro mundo globalizado. Pero esta es una de las diferentes epidemias y pandemias que ha registrado la historia de la humanidad, que ha sufrido diversas épocas de crisis sanitarias, y que se saldaron con más o menos fortuna.

La plaga antonina, también llamada peste antonina o de Galeno, fue la primera que afectó de manera global el Imperio romano del siglo II dC, el mundo occidental del momento. Recibe este nombre porque tuvo lugar al final del reinado (165-180 dC) de la dinastía antonina, una de las más largas del imperio romano, del 96 al 192 dC. A esta dinastía pertenecieron los emperadores Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco Aurelio y Cómodo.

 

Sestercio del emperador Cómodo (179 dC)

 

Aunque no se conoce el lugar exacto del origen de esta epidemia, sí se sabe que se inició en Oriente y desde allí se propagó a través de las redes de comunicación, ya fuera por vía terrestre o marítima. Una de las causas de la extensión del contagio fue el regreso de Oriente de las tropas militares, después de la guerra con los partos el 167 dC. Lucio Vero, coemperador con Marco Aurelio, capitaneó cien mil personas, a menudo carentes de higiene, que con su agrupamiento constante comportaban un riesgo epidemiológico elevado. Un hecho, que según cuenta la Historia Augusta, una colección de biografías de los emperadores de los siglos II y III dC, tuvo la fatalidad de dejar rastros de la peste por todas las provincias donde pasó hasta llegar a Roma. También habla de la epidemia Amiano Marcelino, historiador del siglo IV dC, que dice que la plaga “llenó de enfermedad y muerte todo el territorio situado entre la tierra de los persas, el Rin y la Galia”.

Los síntomas de la enfermedad fueron descritos por Galeno, un reconocido médico de Pérgamo (actual Turquía) que viajó a Roma el año 169 como médico de gladiadores, pero que debido a la epidemia pronto pasó a curar a altos cargos romanos hasta que el emperador Marco Aurelio lo nombró médico de Lucio Vero y de Cómodo.

A partir de la descripción de los síntomas hecha por Galeno, se ha generado un debate de los especialistas para determinar de qué enfermedad podría tratarse y parece que podría ser una viruela de tipo hemorrágico.

 

Miniatura del siglo VI d.C. de la obra De Materia Medica de Dioscórides (c.40-90 d.C.). Biblioteca Nacional de Àustria

 

La Historia Augusta también comenta que, cuando Marco Aurelio estaba luchando en una campaña contra los marcomanos en el Danubio (170-174 dC), “surgió una epidemia tan grande que los cadáveres tuvieron que ser transportados en diferentes vehículos y carruajes”.

A raíz de la peste, los emperadores Antoninos se vieron obligados a promulgar numerosas leyes, que aún se conservan en el tratado legislativo del Digesto, sobre la manera y los caminos para trasladar y enterrar los cadáveres, así como las durísimas penas impuestas si las reglas no eran obedecidas.

Se ha calculado que la plaga antonina afectó entre un 7 y un 10% de la población del Imperio, que se cifra aproximadamente en 50 millones de personas. Por lo tanto, la epidemia se llevó entre 3 y 5 millones. Cuando hablamos del ejército y las ciudades parece que la mortandad podría haber sido un poco mayor, entre un 13 y un 15%, debido a la concentración de gente en un mismo espacio.

Esta pandemia es considerada la séptima más letal de la historia. Afectó a todas las clases sociales romanas: Lucio Vero murió poco después de llegar a Roma, y ​​más tarde, el 180 dC, cuando se cree que hubo un rebrote de la enfermedad a la actual Viena, se llevó también a Marco Aurelio.

 

Dupondio del emperador Marco Aurelio (170-71 dC)

 

La conclusión es que fue una epidemia global, lo que hoy llamamos pandemia, tanto en cuanto a la extensión geográfica como por los efectos que tuvo en la población. El impacto mental, social, económico y militar de la crisis fue importante para el futuro del Imperio romano, sobre todo si pensamos que no se tenían los medios ni los conocimientos médicos ni tecnológicos que tenemos hoy en día para superar una situación similar, explicarla, entender sus orígenes y frenarla.

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