Situado en el extremo meridional de la ciudad romana, en la última línea de insulae que había entre la Via Augusta y el mar, se excavaron los restos de una calle y varios edificios que podrían formar parte de un espacio comercial desde la fundación de la ciudad romana hasta su abandono en el bajo imperio. Los resultados de esta excavación nos aportan información relevante para conocer este sector de la ciudad que se encuentra conservado a gran profundidad.
La intervención arqueológica ha proporcionado datos notorios de la ciudad romana, tanto en lo referente al urbanismo como a las funciones comerciales. En primer lugar, por la aparición de una calle que crea un nuevo eje viario dentro de la planta urbana, y en segundo lugar, por su situación muy cercana al mar, que nos permite relacionar los edificios con el comercio marítimo ciudad.
A cargo de Emiliano Hinojo, arqueólogo de Arqueòlegs.CAT, y de Clara Forn, arqueóloga del Museo de Badalona.