Hace pocos años un hallazgo extraordinario en Badalona, una placa con sólo unas pocas letras, nos permitía restituir el nombre de PORCIUS. Con toda verosimilitud se puede relacionar con el gran Marcus PORCI, el principal productor de vinos de Baetulo.

Esta placa estaba grabada en un material sólo aparentemente humilde, la piedra de Alcover. Es una caliza compacta que se localiza en las montañas de Prades, entre los pueblos de Alcover y Mont-ral. Macroscópicamente, la piedra de Alcover es una piedra no translúcida, compacta y homogénea con grano muy fino, que presenta una gran estratificación; es de un color grisáceo-marrón y puede alcanzar también tonos rojizos.

La estratificación que presenta favorece el hecho de poder trabajar en placas que pueden ir de unos milímetros hasta 10-12 cm. En la época romana fue utilizada como soporte epigráfico, para losas de pavimento y para tumbas.

Es la primera vez que este tipo de soporte se localiza fuera del ámbito de Tarraco y pone de manifiesto el radio de acción de su taller epigráfico, y las relaciones de Baetulo con la capital provincial. Además, no se trata de una pieza única sino que otros fragmentos epigráficos de Baetulo de un mismo período protoimperial, tienen como soporte la piedra de Alcover, tal y como ha podido ser demostrado gracias a las analíticas correspondientes. Veremos en esta charla lo que puede decirnos una piedra por sí misma y también el mensaje escrito al que sirve de apoyo.

A cargo de Isabel Rodà de Llanza y de Diana Gorostidi